Piercing en la boca, un problema para tus dientes
El piercing en el labio, lengua o mejilla puede ser atractivo para algunas personas, incluso forman parte de gustos personales; erotismo; moda… pero es importante saber que conllevan una serie de riesgos para la salud que se deben tener en cuenta antes de tomar la decisión de colocártelo. A lo largo de este post, os enumeramos las principales consecuencias que los piercings en la boca pueden tener para la salud en general.
Piercing en la boca, ¿en qué zonas se colocan?
Los piercings en la cavidad oral, se pueden colocar en diferentes zonas de la boca:
- Piercing en labios: Su colocación se sitúa en cualquier parte del perímetro de los labios, el más solicitado se sitúa dentro del labio.
- Piercing en lengua: De normal se coloca un barbell en mitad de la lengua, aunque también se pueden poner aros en otras zonas de la lengua.
- Otros tipos de piercings bucales: En el frenillo de la lengua, en la campanilla o en las mejillas.
La colocación de estos piercings puede tener importantes consecuencias en la salud bucodental. Más allá del dolor, existe un alto riesgo de infección, ya que la boca es una zona con un alto contenido en bacterias. Además, la humedad de la boca dificulta su cicatrizado.
Su colocación también es extremadamente importante, ya que al hacer agujero existe riesgo de causar lesiones importantes en vasos sanguíneos o nervios.
Los odontólogos NO recomendamos la colocación de piercings en la cavidad bucal, por todos los problemas y enfermedades que provoca.
Problemas de salud causados por el piercing en la cavidad oral
- Recesión Gingival: Hay diferentes tipos de recesiones gingivales dependiendo del lugar de inserción del piercing. Un piercing lingual puede provocar recesiones en la cara lingual de los incisivos antero posteriores. Un piercing insertado en el labio inferior causará la recesión en la cara vestibular de los incisivos inferiores. Estas recesiones suelen aparecer entre los 6 meses y 2 años desde la colocación del piercing.
- Cicatrices Queloides: Son cicatrices hipertróficas, abultadas y fibrosas. Son tumoraciones grandes y rojizas (aunque luego se vuelven del color de la piel) y dolorosas al tacto. Aunque no son precancerosos sí que son antiestéticos y removerlos quirúrgicamente no es posible.
- Infecciones: Si no se emplean las medidas higiénicas adecuadas y no se trabaja en un medio estéril, pueden producirse infecciones locales que pueden incluso llegar al torrente sanguíneo y diseminarse a otros órganos. Estas infecciones pueden ser tan letales como la hepatitis B y el VIH. Los piercings en la boca y lengua son de alto riesgo por sus características especiales.
- Hipersalivación: La presencia de un cuerpo extraño en la cavidad oral, puede llegar a producir una hipersalivación que puede resultar muy incómoda y molesta para el sujeto. Esta alteración la sufren más del 60% de los portadores de piercings intraorales.
- Traumatismos: Los piercings tienen un alto riesgo de engancharse y ser arrancados (sobre todo los de los labios y lengua). En el caso del piercing de la lengua, es especialmente peligroso porque el traumatismo puede ocasionar pérdida del sentido del gusto, del tacto, disminución de la capacidad de hablar, y deformidades, así como, gran dolor debido a la formación de hematomas que pueden llegar a encapsularse e infectarse.
- Fisuras y fracturas dentales: Suele ocurrir con los piercings intraorales al crearse el hábito de empujarlo contra el diente, ocasionando pequeñas fracturas o fisuras del esmalte dental, dando lugar a aparición de hipersensibilidad dental. Está descrito que el 80% de los portadores de piercings intraorales sufren algún tipo de pérdida de estructura dentaria. En caso de aplicar anestesia en la zona oral, se incrementa el riesgo de sufrir una fractura dental por la pérdida de sensibilidad.
Consejos a tener en cuenta si llevas piercing en la boca
Como hemos apuntado anteriormente, los odontólogos NO somos partidarios de la colocación de piercings en la cavidad oral. Si a pesar de estas consecuencias, decides perforarte zonas de la boca, debes tener una buena aptitud para:
- Visitar de forma regular al dentista: El odontólogo revisará que todo esté en orden y no haya indicios de infecciones bucales.
- Limpiar el piercing: Limpia tus dientes tres veces al día y utiliza enjuague bucal detrás de cada comida.
- Evitar el golpeo del piercing con los dientes.
- Comprobar el estado del piercing y que sigue en su sitio: Periódicamente se debe comprobar su estado y evitar que se ingiera.
- Deporte: A la hora de realizar alguna actividad física, es recomendable quitarlo para evitar problemas.